Karla Doig Alvear
¿Cuántos Nikos no han perdido la vida? ¿Cuántas Palomas extraviamos en el camino?
De acuerdo con el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, se sostiene que «la infancia es destino», lo que implica que lo que ocurra durante esa etapa será determinante para el rumbo de nuestra vida. Durante esos años formativos, se moldea nuestra identidad y se siembran las semillas de nuestras aspiraciones, convicciones y limitaciones. En ese terreno fértil, la educación básica desempeña un papel fundamental en nuestro desarrollo para el mañana.
La película Radical, basada en una historia real, producida y protagonizada por Eugenio Derbez, nos muestra un México fracturado, violento, desigual y corrupto. La trama se desarrolla en una escuela ubicada en una zona pobre y desolada en Matamoros, Tamaulipas en el año 2011, durante una época de violencia sin precedentes. En este contexto, el profesor Sergio Juárez, decide cambiar radicalmente la vida de su alumnado. Su método innovador consiste en despertar la curiosidad, enseñarles a pensar y cultivar el amor por el aprendizaje, utilizando su potencial para que descubran por sí mismos cuáles son sus aspiraciones, sin recurrir a los anticuados métodos tradicionales.
Un sistema educativo tradicional que se ha quedado corto en estimular las emociones de la niñez para fomentar ese amor al aprendizaje y además deinculcar valores, como la empatía, la solidaridad, la compasión y la piedad en una sociedad que se ha vuelto extremadamente individualista y egoísta a falta de ellos.
Basándonos en esta premisa, la película desencadena una serie de reflexiones. Los personajes, desde el profesor hasta el alumnado, e incluso las autoridades educativas, desempeñan un papel crucial al llevarnos a considerar diversas facetas del sistema mexicano y en la educación como herramienta fundamental. Los protagonistas me hicieron reflexionar en lo siguiente:
En primer lugar, el profesor Sergio Juárez personifica la disrupción y la creatividad al mostrarnos que, a través de pequeñas acciones innovadoras, podemos lograr un cambio significativo en el espíritu de las personas, especialmente durante la infancia.
Chucho, el director, inmerso en la corrupción de la escuela, representa a aquellas personas que se han sentido vencidas por el sistema, aunque, al ver atisbos de esperanza, se suman a un proyecto al constatar que sí se puede lograr un cambio.
Por su parte, Niko encarna a aquellas personas rebeldes con causa. México cuenta con muchas virtudes, pero lamentablemente la justicia no es una de ellas. A pesar de que Niko decide abandonar un entorno violento y de inseguridad, este lo doblega y consume. Me llevó a pensar en aquellos que claman por justicia y lo que les sucede por desafiar al sistema. Me pregunto: ¿A cuántos Nikos no les han cortado sus alas?
En contraste, Paloma una alumna brillante que en la vida real fue llamada “la próxima Steve Jobs” retrata a una niña que en las peores adversidades destaca por su carácter e inteligencia. Ser espectadora de su desarrollo ante los obstáculos me hizo preguntarme: ¿Cuántas Palomas se habrán quedado a mitad del camino?
Lupe encarna a la gran responsabilidad que tenemos con la niñez. Nos recuerda que esa semillita que sembremos a través de nuestras palabras puede ser cruciales para su desarrollo. Nuestras palabras cuentan con más peso del que pensamos. Espero que Lupe hoy sea una gran filosofa a la cual admirar.
Finalmente, el funcionario de la SEP, en una posición incómoda, encarna a aquellas personas conservadoras y cerradas de mente. Son los verdugos de los sueños, que limitan a aquellos que se atreven a ir más allá. Son los que cortan las alas de quienes buscan un futuro mejor. Su única preocupación es mantener el statu quo del sistema.
En conclusión, Radical me hizo reflexionar sobre la importancia de la educación en la niñez para forjar a las y los ciudadanos del día de mañana. Y como la inseguridad es la amenaza constante para no lograr ser un mejor país, un México de oportunidades en donde el espíritu de cada niña y niño alcance su mayor esplendor. Así como en lo personal, buscar hacer las cosas de forma distinta, a ser idealistas, a colgar los calcetines en la chicharra si es necesario como el profesor Juárez, a creer en una utopía que nos motive a caminar, aunque esta se aleje conforme vayamos avanzado, pero para eso sirve para avanzar, parafraseando a Eduardo Galeano.
(Debate)