Amado Cruz Malpica sufre de Miopía Política.
*La sombra de la ineficiencia se cierne sobre Coatzacoalcos.
Por: Jeremías Trejo González.
La política, como un juego de ajedrez, se juega con movimientos estratégicos. Cada pieza tiene su valor, su función, y un mal movimiento puede significar la derrota. En el tablero político de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica parece haber perdido el rumbo.
Su administración, una vez símbolo de la esperanza morenista en la región, se encuentra ahora bajo la sombra de la ineficiencia y el incumplimiento. La reciente resolución del ORFIS, que lo acusa de incumplir con la entrega de información financiera y de actuar con desdén ante las órdenes de auditoría, es un golpe contundente a su imagen.
No se trata de una simple omisión administrativa, sino de un patrón de comportamiento que pone en duda la capacidad de gestión del alcalde. 170 días de retraso en la entrega de información, sesiones de cabildo realizadas a destiempo, negativa a la auditoría… ¿Qué mensaje envía esto a los ciudadanos de Coatzacoalcos? ¿Qué confianza puede generar en un gobierno que parece más preocupado por la opacidad que por la transparencia?
La situación se complica aún más si consideramos la figura de Rocío Nahle, la Gobernadora electa de Veracruz, quien tendrá una fuerte influencia en la región. Amado Cruz, en un acto de arrogancia o de miopía política, parece haber ignorado las directrices de la ingeniera Nahle García, lo que ha generado tensiones y un clima de desconfianza.
La pregunta que surge es: ¿Cómo puede Amado Cruz aspirar a gobernar con eficacia si no puede ni siquiera cumplir con las obligaciones básicas de su cargo? ¿Cómo puede aspirar a la confianza de los ciudadanos si no puede garantizar la transparencia de su administración? ¿Cómo podrá trabajar con la Gobernadora Nahle, quien asumirá el cargo el 1 de diciembre de 2024, si no ha podido demostrar capacidad de gestión en su propio municipio?
La respuesta, por desgracia, parece estar en el camino de la ineficiencia y el incumplimiento. Amado Cruz, en lugar de enfocarse en atender las necesidades de los coatzacoalqueños, se ha dedicado a construir una imagen de poder que se desmorona ante la realidad de su gestión.
El costo de su ineficiencia, sin duda, lo pagarán los ciudadanos de Coatzacoalcos, quienes merecen un gobierno transparente, eficiente y comprometido con su bienestar.
