La Política en el Sur

*El Bastón Blanco y la Insensibilidad del alcalde de Coatzacoalcos, Amado Cruz Malpica.

Por: Jeremías Trejo González.

El Día Mundial del Bastón Blanco, una fecha para celebrar la autonomía y la inclusión de las personas con discapacidad visual, se convirtió en Coatzacoalcos en un triste reflejo de la insensibilidad del alcalde Amado Cruz Malpica.

Una persona de esas que estan enteradas de todo, nos confió que la Dirección de Personas con Discapacidad, organizó la festividad de ese evento hace unos días, para beneficiar a decenas de personas que necesitan este instrumento para poder caminar; y lo incongruente de la situación fue que el presidente municipal sólo se limitó a observar desde la distancia, sin aportar ni un solo bastón.

La solidaridad de la iniciativa privada, los sindicatos y las asociaciones civiles, quienes se volcaron a apoyar la causa, contrasta con la indiferencia del alcalde. ¿Acaso el presupuesto municipal no alcanza para un par de bastones? ¿O es que el corazón del alcalde es tan pequeño que no le cabe la compasión por quienes sufren una discapacidad?

Esta actitud indolente no es nueva. Recientemente, se publicó una nota sobre la falta de apoyo a una empleada del propio ayuntamiento municipal, quien también es discapacitada. El alcalde, en su afán de mostrar una imagen «sensible», se ha dedicado a construir una plaza para los payasos, mientras ignora las necesidades reales de la población.

La falta de sensibilidad política y social del alcalde Cruz Malpica es un hecho lamentable. Su indiferencia hacia las personas con discapacidad es una muestra de su falta de compromiso con el bienestar de la población. ¿Acaso no se ha dado cuenta de que la inclusión y la equidad son pilares fundamentales para construir una sociedad más justa?

La nueva gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, tiene la oportunidad de marcar un cambio en la forma en que se atienden las necesidades de las personas con discapacidad. Es necesario que hable con el alcalde de Coatzacoalcos y le haga entender que su responsabilidad no se limita a construir plazas para payasos, sino que debe estar al servicio de todos los ciudadanos, especialmente de los que menos tienen.

La indiferencia del alcalde Cruz Malpica hacia las personas con discapacidad es un acto de inhumanidad. Es hora de que la gobernadora Nahle le recuerde que la política no es un juego de poder, sino un compromiso con el bienestar de la población. Es hora de que se ponga al lado de quienes más lo necesitan, y de que deje de lado las acciones que solo buscan alimentar su ego.

Coatzacoalcos necesita un alcalde que sea sensible a las necesidades de su pueblo, un alcalde que se preocupe por la inclusión y la equidad, un alcalde que no se deje llevar por la vanidad y que trabaje por el bienestar de todos. Es hora de que el alcalde Cruz Malpica se deje de payasadas y comience a atender las necesidades reales de la población.