La Política en el Sur

Coatzacoalcos: Un pacto de silencio a cambio de millones.

Por: Jeremías Trejo González.

La corrupción en Coatzacoalcos parece no tener límites. El caso de Gersaín Hidalgo Cruz, líder del Sindicato Único de Empleados Municipales (SUEM), es un ejemplo de cómo la ambición personal puede corromper incluso a aquellos que deberían defender los intereses de los trabajadores.

Un documento filtrado, que expone el contubernio entre Hidalgo, el alcalde Amado Cruz Malpica y la síndica Ana Bertha Hernández Aguilar, revela un pacto de silencio a cambio de millones de pesos. Hidalgo, a través de su incondicional Francisco Díaz, ha vendido la batalla legal por el rescate del pago del quinquenio a los trabajadores sindicalizados del Ayuntamiento.

El acuerdo, que incluye un desistimiento de la demanda interpuesta por el SUEM, le ha significado a Hidalgo una fortuna de 7.1 millones de pesos. A cambio, los trabajadores se han visto privados de un derecho que les corresponde por ley: el pago del quinquenio, una prestación que se ha convertido en un botín para los funcionarios corruptos.

La historia de Hidalgo es una muestra de cómo la corrupción se ha enquistado en las estructuras del Ayuntamiento de Coatzacoalcos. El alcalde Cruz Malpica, un personaje que ha sido señalado por su falta de transparencia y su ineficiencia, ha sido cómplice de esta trama. La síndica Hernández Aguilar, una figura que debería velar por los intereses de la población, también ha participado en este acto de corrupción.

La situación en Coatzacoalcos es un reflejo de la realidad que se vive en Veracruz. La corrupción se ha convertido en un cáncer que carcome las instituciones, y la impunidad parece ser la norma. Los funcionarios corruptos, protegidos por sus compinches, se sienten intocables, mientras la población se ve obligada a vivir en la incertidumbre y la desilusión.

Es necesario que se ordene una auditoría inmediata al Ayuntamiento de Coatzacoalcos para investigar a fondo las denuncias de corrupción. Es fundamental que se destituya a los funcionarios corruptos, que se les retire la protección que han gozado durante tanto tiempo y que se les haga rendir cuentas por sus actos.

Es preciso que se impulse una investigación exhaustiva para determinar la responsabilidad de cada uno de los involucrados en esta trama de corrupción. Es crucial que se sancione a los responsables, sin importar su posición o influencia, para que se envíe un mensaje contundente de que la impunidad no será tolerada.

La situación en Coatzacoalcos es un llamado de atención para Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta de México. Es importante que Sheinbaum se comprometa a combatir la corrupción de manera frontal, que no se deje llevar por la inercia del pasado y que impulse un modelo de desarrollo que beneficie a todos los mexicanos, sin importar su posición social o económica. Ha llegado el momento que se ponga fin a la impunidad que ha caracterizado a la política mexicana durante décadas. Ya es hora que se construya un país más justo, más equitativo y más transparente