La Política en el Sur

¿Gente decepcionada en Coatzacoalcos con su alcalde?

Por: Jeremías Trejo González.

La contienda por la alcaldía de Coatzacoalcos se ha tornado en un reflejo de la profunda decepción que embarga a la ciudadanía. La actual administración de Amado Cruz Malpica, lejos de cumplir con las expectativas, se ha visto envuelta en una serie de escándalos de corrupción que han minado la confianza en el partido MORENA. Las promesas de campaña se han desvanecido, dejando tras de sí un rastro de incumplimiento y desidia. La gente, una vez ferviente seguidora del partido, ha despertado de la ilusión, consciente de que el cambio prometido no ha llegado.

Las calles de Coatzacoalcos, en sus más de 130 colonias, ejidos, congregaciones y Villa Allende, son testigos mudos del abandono gubernamental. Las carencias en los servicios públicos básicos son alarmantes: falta de agua potable, calles destrozadas, alumbrado público deficiente y recolección de basura irregular son solo algunas de las problemáticas que aquejan a la población. La indignación crece ante la ineficacia de las autoridades y la falta de respuesta a las necesidades de la comunidad.

La corrupción no se limita a la cúpula del gobierno municipal. Funcionarios de diversos niveles se han visto implicados en actos de enriquecimiento ilícito, desvío de recursos y opacidad en el manejo de los fondos públicos. La impunidad reina, y la falta de transparencia alimenta la desconfianza y la frustración de los ciudadanos. La sensación de abandono se extiende como una sombra oscura sobre la ciudad, generando un clima de desesperanza y desilusión.

La gente de Coatzacoalcos, cansada de las promesas incumplidas y de la corrupción rampante, ha perdido la fe en el partido MORENA. El desencanto es palpable, y la búsqueda de alternativas se ha convertido en una prioridad para muchos. La esperanza de un cambio real y profundo se mantiene latente, pero la desconfianza en los políticos tradicionales es profunda y generalizada.

La llegada de Rocío Nahle García como gobernadora representa una oportunidad para que Coatzacoalcos pueda iniciar una nueva etapa, una etapa de desarrollo y progreso. Su experiencia y su conocimiento de la región generan expectativas positivas. Sin embargo, el éxito dependerá de su capacidad para construir puentes con la ciudadanía, para escuchar sus demandas y para actuar con firmeza contra la corrupción.

La nueva administración estatal deberá priorizar la inversión en infraestructura, la mejora de los servicios públicos y la creación de empleos. La transparencia y la rendición de cuentas serán cruciales para recuperar la confianza de la población. El reto es enorme, pero la necesidad de un cambio real es imperiosa. Coatzacoalcos necesita un gobierno que escuche, que actúe y que se comprometa con el bienestar de sus habitantes.

El futuro de Coatzacoalcos depende de la capacidad de sus gobernantes para responder a las necesidades de la población y para combatir la corrupción. La esperanza reside en la participación ciudadana, en la exigencia de transparencia y en la firmeza de las nuevas autoridades para construir un futuro mejor para todos. La gente de Coatzacoalcos ha despertado, y su voz exige ser escuchada.