*Lorena Martinez lanza «bomba» al ITESCO.
*Salen a relucir trapitos al sol en redes sociales.
Por: Jeremías Trejo González.
Coatzacoalcos, Ver.- El ambiente en el ITESCO está más caliente que un sartén con aceite. La batalla por la dirección no es una simple sucesión; es una guerra campal librada en las redes sociales, con acusaciones, contraacusaciones y un drama digno de una telenovela. En un rincón del ring, Bulmaro Salazar Hernández, el director saliente, se enfrenta al “Grupo del Aguacate”, una coalición que, según él, busca convertir la institución en un botín político. En el otro rincón, Lorena Martínez, ex directora de Bibliotecas Municipales, se perfila como la posible sucesora, prometiendo una limpieza a fondo y, según sus propias palabras, incluso encarcelar a su oponente el actual director de la institución educativa.
La pelea comenzó con una publicación crítica de Bulmaro en redes sociales, una indirecta cargada de veneno dirigida a Lorena, Raúl Rivera Cueto y Miguel Linares Hernández, miembros del “Grupo del Aguacate”. Aunque no mencionó nombres, la acusación de apropiación indebida y manejo corrupto de fondos resonó con fuerza. La respuesta de Raúl, a través de la cuenta de Anuar Cueto, fue una jugada estratégica: una publicación que aparentemente muestra un acto de generosidad de Raúl hacia Bulmaro, un intento de deslegitimar las acusaciones de corrupción. Una táctica de defensa, pero que a la vez revela una cercanía pasada que ahora se ha convertido en enemistad. El contraataque de Bulmaro no se hizo esperar, anunciando su búsqueda de empleo, una clara señal de su inminente salida y una provocación a sus adversarios.
Pero la verdadera bomba la lanzó Lorena Martínez. En círculos cercanos, ella presume su inminente nombramiento como directora y promete una auditoría exhaustiva que, según sus afirmaciones, llevará a Bulmaro a prisión. Esta declaración, audaz y directa, eleva la apuesta. No se trata solo de una disputa por el poder, sino de una lucha por la justicia, o al menos, eso es lo que Lorena quiere proyectar. El “cochinero”, como ella misma lo llama, en el ITESCO, se convertirá en el centro de una investigación que promete destapar secretos y escándalos.
La narrativa de Lorena es la de la heroína que llega para limpiar la corrupción y llevar a los culpables ante la justicia. Su ascenso, de encargada de Bibliotecas a directora, es retratado como un triunfo del bien sobre el mal, una victoria de la transparencia contra la opacidad. La imagen de Bulmaro, por otro lado, se deteriora con cada publicación, cada acusación. Su búsqueda de trabajo se interpreta como una señal de derrota, una admisión de culpabilidad.
La conclusión es contundente: Lorena Martínez saldrá victoriosa. Su audacia, su determinación y su promesa de transparencia han resonado con fuerza, creando una narrativa que atrae el apoyo público y la confianza de quienes desean un cambio en el ITESCO. La institución, bajo su dirección, se convertirá en un ejemplo de excelencia académica, un faro de honestidad y transparencia. Así lo afirma Lorena, y la evidencia, aunque todavía no se ha presentado en su totalidad, apunta hacia su triunfo. El ITESCO, bajo el liderazgo de Lorena Martínez, se convertirá en una de las mejores instituciones educativas del país.