La Farsa Democrática en Veracruz: Morena y el Voto de Castigo. Una Decepción Profunda.
Por: Isaac Martinez Pérez.
El proceso interno de Morena para elegir candidatos a las alcaldías en Veracruz para las elecciones del 1 de junio ha desatado una ola de indignación entre la militancia y simpatizantes. La opacidad que rodea la encuesta, supuestamente realizada para seleccionar a los candidatos, ha generado un profundo rechazo a lo que muchos perciben como amañado y descarado. La falta de transparencia y la imposición de candidatos, lejos de fortalecer al partido, siembra la semilla de un posible «voto de castigo» el día de las elecciones. Este sentimiento es particularmente agudo en Coatzacoalcos, donde la situación es particularmente escandalosa.
En Coatzacoalcos, la situación es particularmente critica. La gobernadora Rocío Nahle García, con sus manos visiblemente metidas en el proceso, ha favorecido abiertamente la candidatura de Pedro Miguel Rosaldo García. Esta decisión, percibida como arbitraria e injusta, ha exacerbado el descontento y alimenta la convicción de que el proceso estuvo lejos de ser democrático. Las palabras de una militante, una fiel seguidora de Nahle, en el muro de facebook de Eusebia Cortés Pérez, reflejan la decepción generalizada: «Me decepcionó Rocío Nahle… tanto que la apoyó… usted caminó por ella para senadora y ahora para gobernadora… y no puede ser posible… a ese Pedro jamás lo había oído… pero pues creo hoy va el voto de castigo y se lo digo honestamente y con dolor.» Su testimonio, cargado de tristeza y desencanto, resume el sentimiento de muchos veracruzanos que se sienten traicionados por la falta de transparencia y la imposición de candidatos.
La confianza de Rocío Nahle y la dirigencia nacional de Morena, encabezada por María Luisa Alcalde, en una victoria basada en la popularidad de Claudia Sheinbaum Pardo a nivel nacional, es una apuesta arriesgada. Si bien la popularidad de la presidenta de México es innegable, en Veracruz la situación es diferente. El descontento generado por la falta de democracia interna y la imposición de candidatos podría traducirse en una derrota significativa para Morena. La popularidad de Sheinbaum no es una póliza de seguro contra el descontento local. De hecho, la asociación de su imagen con estas prácticas podría perjudicarla en el largo plazo.
La situación se agrava al considerar el pésimo desempeño de los alcaldes morenistas en Veracruz. La corrupción y el fracaso de la administración de Amado Cruz Malpica en Coatzacoalcos, quien ha tolerado, e incluso participado, en el saqueo de las arcas municipales, ha generado un profundo desencanto en la población. Malpica, junto con varios funcionarios de su gobierno, se han convertido en un símbolo de la corrupción que Morena supuestamente combate. Su impunidad es una bofetada a la cara de los ciudadanos que esperaban un cambio real.
La falta de democracia interna en Morena Veracruz, la imposición de candidatos y la tolerancia a la corrupción de funcionarios electos, son un cóctel explosivo que podría costarle caro al partido en las elecciones municipales. El «voto de castigo», como lo expresa con dolor esa militante morenista, no es una amenaza, sino una posibilidad real, y la ceguera de la dirigencia nacional ante esta realidad podría tener consecuencias devastadoras para Morena en el estado. El caso de Coatzacoalcos, con la evidente influencia de Rocío Nahle, es un ejemplo perfecto de cómo la falta de transparencia y la imposición de candidatos pueden minar la confianza y generar un rechazo que podría extenderse a todo el estado. La pregunta es: ¿Aprenderá Morena de sus errores antes de que sea demasiado tarde? La decepción de Eusebia, y de muchos como ella, es un llamado de atención que Morena no puede ignorar.