En Opinión del pasado viernes 3 de noviembre, con título “Reparto bajo la Mesa”, publiqué lo siguiente:
“Ha trascendido un acuerdo preliminar del Frente Amplio Por México para el estado de Veracruz.
La candidatura al Gobierno de Veracruz es para el Partido Revolucionario (PRI). Y el candidato será José Francisco Yunes Zorrilla.
Las candidaturas al Senado de la República recaerán en el Partido Acción Nacional (PAN). Y los candidatos serían los hermanos Miguel y Fernando Yunes Márquez.
Tanto PRI como PAN seguirán negando que todavía no tienen candidatos. Y que no existe fecha para la conformación de la alianza opositora en el estado de Veracruz.
Todavía este viernes, en una entrevista a un medio informativo de la capital del estado, el diputado federal Yunes Zorrilla, negó que sea ya el abanderado del PRI a la gubernatura. Lo mismo hizo el dirigente interino del CDE Adolfo Ramírez, en un encuentro con periodistas de la ciudad de Xalapa.
Se ignora por qué insisten en ocultarlo.
¿Acaso el pacto fue bajo la mesa para dejar fuera a Julen Rementería?
Con la supuesta negociación, los Yunes azules estarían “haciéndole el feo” a la gubernatura de 2004.
Dos grandes y fundadas razones pudieran tener:
1.-No romper presuntos pactos de impunidad que habrían hecho con emisarios del Gobierno federal, a cambio de no meterse al juego sucesorio estatal, dejando libre el camino un sexenio más para la continuidad de Morena.
2.- Sumaron votos de la última elección en Veracruz y entendieron que ni con alianza les alcanzará para sacar a los morenistas de palacio de Gobierno.
Por lo anterior, la familia toma todo, dueña de la franquicia blanquiazul en el estado de Veracruz y con influencias en el CEN panista, prefirió quedarse con las candidaturas al Senado de la República y esperar el 2030, año en el que cualquiera de los dos hermanos, sería el abanderado azul al gobierno de la entidad.
El clan, teniendo ya su plan perfectamente diseñado, para qué desgastarse en 2024 por la silla embrujada que mareó y enloqueció a Cuitláhuac. Hacerlo es enfrentarse a la venganza del huésped de Palacio Nacional, a quien tanto injuriaron en el proceso electoral 2018. El padre tildándolo de “loco” en sus redes sociales. Y el hijo mayor gritándole en público “viejo guango”.
Lo que aquí se adelantó hace 19 días, se va confirmando…
Este miércoles, importante portal informativo de la capital del estado publica: “Chiquiyunes posible candidato del PAN al Senado por Veracruz”.
Y no es que sea posible, es ya un acuerdo consumado.
Lo que faltaría por difundir, y aquí lo adelanto, es que el suplente de Miguel sería su hermano Fernando.
Es decir, los azules del Estero toman “todo o nada”.
Y como reza un slogan de importante cadena comercial:
“En el PAN… la familia está de acuerdo”.
Bueno… no todos, falta ver qué opina Julen.
PARA QUIENES DISFRUTAN LAS EMOCIONES FUERTES…luce atractivo el virtual escenario electoral Veracruz 2024… Los tres Yunes en campaña: Pepe, Miguel y Fernando, juntos por la misma causa. Interesante, muy interesante resultará escuchar contenido, tono y lenguaje que usen los hermanos para destacar. ¿Será de guerra o de paz?
Otra vez, como en tiempos de Duarte, existen sospechas de corrupción y saqueo de recursos públicas inventando empresas fantasmas, según denuncia del diputado Marlon Ramírez.
Marlon estaría encantado de poner en manos de los Yunes azules toda esa valiosa información. (A cuenta de qué…es asunto de ellos).
Pero… ¿Se atreverán Miguel o Fernando a explotar en campaña esa presunta corrupción cuitlahuista con ese estilo pendenciero que los caracteriza?
Ya lo veremos.
Por cierto, Fernando:
¿Si un estúpido sólo dice estupideces, será que ese mismo estúpido también hace puras estupideces…?