Acudí la semana pasada a conocida tienda de uniformes escolares de la Ciudad de Veracruz.
En el lugar se encontraban unas madres de familias con sus respectivas hijas para adquirir también ropa escolar.
Esperando atendieran mi pedido, escuché a una de las mamás solicitar blusa y falda para la Escuela Primaria Cantonal (Francisco Javier Clavijero).
Mientras buscaban el uniforme para las estudiantes, una de las responsables del lugar preguntó a las niñas en qué grado iban y cuántos alumnos eran en su salón de clases.
Escuché sorprendido que una de las respuestas fue: “Somos 10”.
“Son muy pocos”, dijo la empleada.
“La Cantonal ha bajado mucho, he visto videos que sube al Facebook una maestra donde comenta que la escuela se está quedando sin alumnos”, agregó.
“Todo eso está pasando desde que se fue la directora Tina”, comentó.
Una de las mamás intervino para corroborar:
“Sí, la escuela cambió mucho, ya no es la misma”.
Desde meses atrás este reportero conocía ya la desbandada numerosa de padres de familia y sus hijos hacia otras instituciones educativas. Muchas amigas y amigos que aún tienen hijos en la Clavijero llaman o escriben a mi correo para contarme lo que a diario ocurre en el plantel.
Escuchar de quienes fueron parte de la escuela que los problemas de baja inscripción en la Clavijero comenzaron con la salida de la maestra Tina de la dirección, es porque en años anteriores ahí estudiaron sus hijos y también los hijos de sus hermanos, parientes, amigos y vecinos y la legedaria institución jamás enfrentó crisis de matrícula, lo contrario, faltaban espacios para cubrir la demanda escolar.
Coincido con ellos porque lo viví como padre de familia y presidente de la APF.
Las mayorías preferían la Clavijero para sus hijos. El hecho que actualmente algunos grupos sean de sólo 10-15 alumnos (según dicho de mamás) es evidencia que la Cantonal camina para atrás.
Indudable que puede resurgir, pero eso requiere de cambios de mentalidad y de acciones de quienes son parte de ella.
Las escuelas no son mercados ni la enseñanza es mercancía. Por favor, (si es que lo leyeron) recuerden el pensamiento ideológico del apóstol de la educación, José Vasconcelos.
En otras entregas escribí de mi reconocimiento al incansable trabajo de la profesora Ernestina Zahn López al frente de la primaria Clavijero. Siempre buscando con imaginación y creatividad armonía, comodidad y seguridad para docentes y alumnos, siempre echándole para adelante, aún en tiempos difíciles provocados por padres o tutores conflictivos.
Suman muchisimas voces de generaciones anteriores y posteriores a la de mi hijo que coinciden en reconocer, aplaudir y agradecer la invaluable labor de la maestra Tina en la Primaria Cantonal.
Y ese juez silencioso llamado tiempo, nos ha dado la razón.
La maestra Tina dejó en la dirección de la Clavijero un hueco muy difícil de llenar.
Y pasará lo mismo en cualquier escuela que asignen bajo su mando, con el trabajo y la entrega que la distinguen, dejará huellas y hará historia.
Por todo lo anterior:
Honor a quien honor merece…Por el Día de la Maestra y del Maestro, desde este espacio nuestras más sinceras Felicitaciones para la profesora Ernestina Zahn López. Y también para todas y todos los educadores que como ella privilegian la responsabilidad de enseñar por encima de mezquindades.