Nos deja varias lecturas lo sucedido en el Estado de Nuevo León.
Ni quien lo dude:
A Samuel lo bajaron a la mala.
Se unieron todos para obligarlo, bien a renunciar a su aspiración presidencial o cederle el poder del estado durante seis meses al PRI-PAN a través de Luis Enrique Orozco, a quien la mayoría en el Congreso local de aquella entidad designó gobernador interino, después de la licencia autorizada a Samuel para irse a la precampaña presidencial de su partido.
Es público el “pleito” político que traen desde hace dos años el gobernador García Sepúlveda con los diputados del PRI y del PAN, y que mejor oportunidad que ésta para cobrar facturas nombrando como interino a un integrante del grupo enemigo del emecista.
Efectivamente lo que llamó mucho la atención, al grado de caer en la sospecha, fue la intervención del ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Javier Laynez al determinar, minutos antes de la media noche, que Enrique Orozco asumiera la gubernatura interina.
Pareciera que Laynez estaba de “guardia” para emitir el fallo que echaba abajo el amparo federal concedido por un juez en materia laboral ordenando que el secretario de Gobierno, Javier navarro, se hiciera cargo del Poder Ejecutivo durante los seis meses de licencia del gobernador Samuel García.
Muy aparte de los claros-obscuros del joven mandatario estatal, propios de su novatez e inmadurez política, la actuación de los diputados del PRI-PAN en la Legislatura de Nuevo León con la “ayuda” de la SCJN, es indicador que a los políticos lo que menos importa es la estabilidad política y el bienestar ciudadano.
Continúan usando el estado de Derecho como instrumentos de persecución y venganza.
No está a discusión la facultad del Congreso de Nuevo León para nombrar al gobernador sustituto…pero por qué aprovecharse de ese derecho de ley para imponer a uno de los “suyos” a sabiendas la tormenta política que desataría.
Como dijera Calderón, “haiga sido como haiga sido”…el enredo está hecho.
DANTE… ¿el sucesor de Samuel?
Este lunes se reúne la Coordinadora Nacional Ciudadana del Partido Movimiento Ciudadano (MC), para acordar cómo decidirán al sucesor del gobernador de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, en la candidatura presidencial.
La carta más visible es la del dueño de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, exgobernador sustituto de Veracruz (1988-1992).
Si así fuera, cuidado con el nacido en Alvarado y avecindado en Córdoba, Veracruz.
Se le irá con todo al PRIAN.
Dante no es Samuel.
Al tiempo.
