Los mexicanos tenemos una mentalidad tan jodida que vanagloriamos todo.
Se va el presidente como héroe, como los grandes, deja llorando a millones de mexicanos y siendo amado al menos por el 60% de ellos.
El discurso humanista de AMLO caló los huesos a millones dentro y fuera del país y tocó las llagas más sensibles del capitalismo, sobre todo de la mafia empresarial y política al combatir la corrupción y los privilegios que dejó un país lleno de más de 70 millones de pobres, rescatando a sólo 8 millones de estas penurias.
No le quitamos mérito a su trabajo, ni a su política de primero los pobres cuyo resultado no es tan impactante como las necesidades que existen, pero no fue su compromiso de campaña, no era su obligación moral y política.
Estamos tan acostumbrados a que nos engañen, nos roben y nos dejen en la miseria como lo hizo el PRIAN y no dijimos nada ni hicimos nada.
Hoy los expresidentes viven como reyes en España, se llevaron cientos de millones y me atrevería a decir Miles de millones de pesos y no pasó nada.
Vino el expresidente Ernesto Zedillo a dar clases de justicia y democracia, cuando fue un asesino, un genocida, y nadie dijo nada, ni protesto, al contrario, la oposición le aplaudió por estar en contra de la reforma judicial.
Por eso los mexicanos estamos tan jodidos que idolatramos al presidente por aplicar políticas más favorables a la mayoría aunque los resultados no sean tan satisfactorios cuantitativamente, peroooo, habría que revisar las cuentas y fortunas de sus hijos a ver si son tan honestos como se predica, porque no son harina de otro costal y el tiempo lo dirá.
No olvidemos que ya pasó con los hijos de Martita Sahagún de Fox, pasaron de rentar su vivienda a millonarios inexplicablemente.
Hay que reconocerle a López Obrador su gran capacidad de discurso político, de humanismo, que conquistó dentro y fuera del país pero que también tenía tintes fuertes de autoritarismo y morena es el símbolo más grande. Millones de mexicanos se sumaron a la lucha por la 4T y fueron engañados y menospreciados por AMLO y Claudia Sheinbaum al dejarlos fuera de la politica gubernamental, solo importa su mafia política y sus abrazos, no le importó los balazos al pueblo, así que nada es verdad ni mentira todo es del color del cristal con el que se mira.
Se va como héroe de guerra, como un gran conquistador entre llanto y aplausos, aunque no les guste a muchos.