Al estilo de Albert Einstein, los políticos no se crean ni se destruyen, solo se transforman.
Es difícil aceptar la verdad o la realidad política, económica y social de México sobre todo si no tenemos información clara y precisa o nos dejamos llevar por pasiones políticas y no por realidades claras.
Al menos está claro que México sí cambia y se transforma. Hay cambios muy evidentes al menos en cuanto a tratar de beneficiar a los sectores más desprotegidos con apoyos sociales, en los que destacan pensiones a adultos mayores, becas a estudiantes y jóvenes construyendo el futuro.
Perooooo, si bien esto ha permitido no entrar en crisis social y económica porque permitió mantener la actividad económica y salir de la pobreza a 5 millones de mexicanos que representa un 7.5% aproximadamente, casi todo sigue igual en los bolsillos de los ciudadanos.
Los recursos públicos no alcanzan para atender las demandas de la población en educación, sistemas de salud, empleo y seguridad a pesar de «recortes presupuestales innecesarios» y de la llamada austeridad republicana y de las inversiones del gobierno, en Pemex, CFE, Tren Maya, entre otros, ha habido más inversión pública que en los últimos treinta años, se ha recuperado el salario mínimo en términos reales. Sin embargo, la economía sigue estancada 24 años con un crecimiento máximo del 2%, no hay mucho cambio.
En lo político, si bien AMLO con una política de humanismo de izquierda ha combatido las políticas económicas de derecha que se caracterizan por la concentración de la riqueza, en la práctica los empresarios y banqueros aumentaron sus ganancias, entonces ¿cuál izquierda?
Y para acabarla de joder morena recicló a priístas y panistas en el gobierno y en las candidaturas a gobernadores, alcaldes, diputados y senadores con el discurso estúpido que los fundadores no ganan encuestas.
Así que políticamente seguimos casi igual, con gobernadores nefastos, corruptos, incapaces como lo fue Cuitláhuac en Veracruz, Cuauhtémoc en Morelos, por mencionar algunos. O, el caso de Pepín Ruiz, a quien presuntamente vendieron la candidatura a diputado local pese a denuncias por desaparición de personas, de señalamientos de corrupción, de desvíos de recursos y de llevar a la quiebra al entonces Sistema de Agua y Saneamiento (SAS) SAS.
Y muchos casos más de pésimos perfiles, y entonces ¿cuál cambio y transformación política?
Es difícil estar de acuerdo en todo con el presidente, el mejor mandatario de los últimos 40 años, podríamos decir que sí porque los anteriores fueron vende patrias, parásitos, corruptos y entregaron los recursos públicos a un puñado de empresarios.
Pero, de eso a que haya dado resultados palpables, nada que ver. Somos la economía 5ta en América Latina en pobreza y la 12va economía del mundo, no hay justicia para el pueblo de México económica ni jurídica, puro atole con el dedo y sí existe amenaza de tener una dictadura de partido como ocurrió con el PRI durante 70 años que se transformó en morena.
La misma clase política que le amarró las manos a los verdaderos fundadores de morena y ahora son arrojados al basurero del olvido político.
Pobre de morena de mis amores, convertido en un Frankenstein político.