La seguridad pública, una respuesta fallida que se profundiza sin resultados.
Para todos es claro que la política de abrazos y no balazos es un total y rotundo fracaso. Continúa la inseguridad en el país aun cuando el gobierno mantiene en las calles a la Guardia Nacional, integrada por elementos del ejército y la marina.
Pese a esta situación se pretende incorporar a la Guardia Nacional a la SEDENA, lo que implicaría que se rija al sistema judicial militar y no al civil independientemente del delito o irregularidad a la que haya incurrido, lo cual no es posible, caemos en la trampa de impunidad, en sentencias condenatorias raquíticas o absoluciones sin fundamentos.
Ese es el problema, el ejército no está obligado a rendir cuentas a la sociedad, esto incluye a las autoridades del gobierno ya sea jueces o magistrados.
Ejemplo, el caso de Ayotzinapa: no hubo ninguna declaración sobre el caso siendo que sí existió participación del ejército, pero no hay pruebas contundentes específicas de quienes participaron con nombres y grados.
También se señala que el presidente Peña Nieto estuvo enterado y se tomó la decisión de ocultar la participación de todas las autoridades involucradas, por tal motivo no se ha podido llegar a una responsabilidad real de quienes participaron con nombres y apellidos.
Lo anterior refleja la realidad que vivimos un sistema económico político con corrupción y una infiltración del narcotráfico en todas las instituciones del gobierno donde lo requieran.
Si bien las fuerzas armadas tienen un alto porcentaje de confianza en la sociedad no podemos creer que no existe corrupción. Insólito resulta que hay decomisos de armas y drogas y en la mayoría de los casos no hay detenidos.
Ultimo caso, el de hace unos días en el fraccionamiento Costa de Oro, en Boca del Río, donde se evidenció que a pesar de querer poner candados a la corrupción esta prevalece gracias a la impunidad y al sistema judicial obsoleto. Hoy es necesario iniciar verdaderas reformas que extirpen la corrupción y la delincuencia organizada que frenan el desarrollo del país, que se impongan cuerpos policiacos eficientes y honestos en los estados, con rendición de cuentas y no sigamos con las mismas estrategias que no han funcionado