Morena: 8 de 8, 3 de 8, o puro sueño guajiro
Creo que esta vez se excedieron en confianza.
La cúpula de morena pensaba ganar el 2 de junio las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán y la jefatura de la Ciudad de México.
Peroooo, no contaron con el descontento de la militancia y su decisión de brazos caídos para participar. Así que los resultados de Mario Delgado en este proceso electoral sin duda serán responsabilidad de él y no del presidente quien a pesar de todo es la única fuerza política que impacta sobre los mexicanos.
Veremos ese impacto presidencial en los resultados para gobernadores, diputados y senadores que realmente podrían llegar a ganar.
Debo decirlo, hoy la militancia de morena está encabronada y desilusionada hasta con Claudia Sheinbaum por haber manifestado que los fundadores no ganan encuestas, las cuales fueron una ilusión óptica de cómo sacar un conejo de un sombrero.
Dichas encuestas nadie se las creyó. Hoy da pena ver en campaña a candidatos de morena acompañados sólo de 20 o 30 militantes o simpatizantes pidiendo el voto y la mayoría de estos pagados o enganchados con promesas de empleo y dudo que vayan a cumplirles.
Para prueba basta un botón: Rosa María Hernández Espejo, que busca reelegirse como diputada federal, solo decidió colocar a sus familiares en la Secretaría del Bienestar y se aprovechó de los programas sociales para incrementar su imagen.
Me preguntó: ¿Cuántas iniciativas de ley presentó Rosa María? O sólo levanto la mano para votar las propuestas de la 4T.
Y lo peor está por venir, ¿cuántos chapulines llegarán a una curul? Recuperarán la compra de sus candidaturas o lograrán su propósito de negociar su voto a un alto costo para México. Porque seguramente el chapulín Pepín Ruiz, en caso de ganar la diputación local, le apuesta al tráfico de influencias para, por lo menos, recuperar lo gastado.
En fin, morena despertará el 3 de junio con la nueva de que la relación política ya no será la misma. Lo más seguro es que se pierdan las gubernaturas de Veracruz y Morelos gracias a los malos gobiernos de Cuitláhuac García y Cuauhtémoc Blanco.
Veracruz está en focos rojos de perderse por la terquedad del presidente de imponer a la mala a Rocío Nahle. De perderse otras gubernaturas serán consecuencia de la indiferencia del comité nacional de Mario Delgado hacia la militancia morenista nacional.
Las candidaturas de chapulines le pueden salir caro a morena, solo se salvan la Ciudad de México y Chiapas donde está más seguro el triunfo, pero queda claro que Mario Delgado no pudo contar hasta 8 porque ignoró a la militancia.
En el caso de Claudia Sheinbaum, aunque se estaba descarrilando con Marcelo Ebrard, se hizo la operación reconciliación y no pasó nada. Nuestro presidente pudo imponer a su candidata. Y aquí no se discute la capacidad de Claudia, pero si la veracidad de la democracia de morena que resultó ser más violada que los delitos de la delincuencia organizada.
