¿Y después de las elecciones hacia dónde iremos?
Hoy vivimos un proceso electoral donde se expresa el cochinero político que existe y es lógico debido a la gran corrupción que ha existido en el gobierno y que actualmente disminuye en algunos sectores, principalmente en el empresarial con el pago de impuestos como lo marca la ley pese a que algunos se rehúsan, como el tío Richi Ricardo Salinas que se niega a pagar nada más 46 mil millones al SAT.
Pero son mucho más los privilegios afectados, nacionales y extranjeros, por eso las campañas sucias y las mentiras como la lucha por la libertad y el INE no se toca orquestado por el PRIAN, dirigido por Claudio X, siendo este el peligro si llega Xóchitl Gálvez, regresaríamos al sistema de corrupción más agresivo y si cumple con sus promesas de campaña, que lo dudo, hará un boquete financiero que entraríamos en una crisis sexenal como las de los últimos 40 años.
Y no es broma, Xóchitl ha demostrado ser ocurrente, mentirosa, incapaz de armar un discurso y menos de tener un proyecto económico, promete porque no tiene argumentos para convencer, además de ser títere de Claudio X, de Marko Cortés y de Alito Moreno.
Aunque lo niegan, es compresible que apoyan a Xóchitl los que odian a AMLO, afortunadamente son pocos.
Por otro lado, si queda Claudia Sheinbaum tendríamos estabilidad económica y espero un cambio en cuanto a la seguridad pública, no podemos seguir con abrazos que matan ni podemos seguir con un pobre crecimiento del 2% en promedio anual del PIB. Hay dinero suficiente para financiar proyectos de desarrollo y establecer estrategias para crecer cada año un 6 %, así que todo depende de quién gane, aunque lo más probable que las cosas no cambien y siga la 4T con todo lo que implica. Peroooo, es necesario una sociedad más activa y menos manipulable. Hoy el movimiento rosa del INE no se toca y que ni un paso atrás a las conquistas democráticas, fueron una farsa del PRIAN que ya demostraron con la invitación a otra marcha con Santiago Taboada y Xóchitl Gálvez.
Así que no hay mucho que pensar ni mucho que esperar, pero deseo que México despierte.