El debate, lo que esperábamos: show, circo y maromas.
Que más podíamos esperar.
Empecemos con la graciosa de Xóchitl Gálvez, pocas propuestas fundamentadas como la tarjeta rosa que paga el gobierno, atención médica y medicamentos con particulares, pero no es como la de Soriana, esta si es más eficaz.
Pura jalada, puro en engaño y mentiras. Eso que tiene las manos limpias no se la cree nadie, y la verdad parecía más periodista sacando notas y fotos acusando a Sheinbaum de responsable de la línea 4 del metro que se cayó y lo mismo del Colegio Rébsamen. Y lo peor, no podía faltar nuestro emblema de la Bandera Nacional al revés, más que una falta de respeto.
Una bobada estúpida, nada de propuesta de que país queremos, ni proyectos económicos, ni política económica y social, pero según ella es la chingona y honesta para gobernar. Toda desconcertada y nerviosa como si fuera una declaración ante la CIA.
Jorge Álvarez Máynez y su tercera opción, pero lo mismo no vimos que opción tiene, como todo joven creen saber todo aunque no tengan experiencia, solo criticó la corrupción que representan las otras dos candidatas. En fin, nada relevante y su postura tibia y aprovechando los reflectores esperando ser el primero en la clase como todo un nerd.
Por último, la flamante 4T con su segundo piso, lo mismo. No sabemos cómo van a desarrollar el país, no hay línea de política económica, lo que debe reconocerse que fue la mejor por su experiencia, reacción diplomática, congruente y con elementos de señalamiento de corrupción de Xóchitl Gálvez, y lo principal sin tanto escándalo como la candidata del PRIAN.
Perooo, no basta con todo esto el país tiene una agenda complicada en educación, inseguridad, narcotráfico, desaparecidos, salud, y vemos avances pero con pocos resultados y no basta con una política de segundo pisos, es necesario una política de soluciones de fondo caiga quien caiga y no se vio nada de esto en el debate.
Lo que si llamo mi la atención fue la actitud de los comentaristas en el post debate con Ciro Gómez Leyva donde Germán Martínez Cázares mostró su odio al presidente AMLO y la 4T y Epifanio Ibarra como siempre ecuánime. Ese si fue debate, lo malo es que se salieron del tema y fue más personal.
En fin, estamos en México de los amores y los engaños, aunque lo más importante nos quedaron a deber cuál es el proyecto de nación y las políticas económicas que aplicarían, lo que podría hundir al país o intentar desarrollarlo, pero este es otro tema que tratar. Por eso no es bueno seguir el canto de las sirenas.
