Análisis Político

Más que una deshonra o invasión a México, es un acto de arrogancia y prepotencia de Daniel Noboa, presidente de Ecuador.

Más allá de detalles lo importante es entender cuáles son los motivos que originan hechos irracionales y estúpidos, pero sobre todo de implicaciones internacionales, ante situaciones simples.

Todo empieza con el asilo político a Jorge Glas, vicepresidente en el gobierno del presidente Rafael Correa y acusado de corrupción, cobijado por el gobierno de México en diciembre de 2023 por presunta persecución política.

 Situación que se agudizó con la aclaración del presidente de México cuando en su mañanera exhibe el tema explicando la forma en que llega Daniel Noboa a la presidencia de Ecuador, pretexto que se usó para declarar a la embajadora mexicana, Raquel Serur como persona non grata, además de acusar a AMLO de violar la soberanía de aquel país.

Ante este contexto y las presiones de señalamientos de corrupción, Daniel Noboa intenta desaparecer los poderes del gobierno ecuatoriano justificando muerte cruzada como argumento para tener el control absoluto del gobierno y realizar un acto de invasión y sometimiento de la embajada de México en Quito, capital de Ecuador.

 La policía ecuatoriana sustrajo con violencia al vicepresidente Jorge Glas agrediendo a Roberto Canseco, jefe de la embajada en funciones, quien defendió valientemente al exiliado político.

Es importante aclarar que la intromisión de la policía de Ecuador es una invasión territorial a México que viola los tratados de Viena. Una embajada se considera parte del territorio de un país.

Lo ocurrido en la embajada de México en Ecuador es un acto sin precedente en la historia mundial. Ninguna potencia económica se ha atrevido a tanto, es algo inédito del que ni los mismos ecuatorianos están de acuerdo y de consecuencias políticas graves para aquel país.

El presidente Daniel Noboa solo se justificó señalando que ningún delincuente puede considerarse preso político y que el gobierno de Ecuador defiende su soberanía nacional, sin permitir que nadie tome injerencia en asuntos internos del país.

Es aquí donde se equivoca Daniel Noboa, fue su gobierno el que violó la soberanía de México al invadir la embajada mexicana; fue él quien violó las leyes internacionales al secuestrar a un exiliado político; fue él quien ordenó reprimir a los diplomáticos mexicanos; fue él quien puso a Ecuador en la crítica internacional con consecuencias que pueden ser políticas y económicas.

Es tan grande la soberbia y arrogancia del junior rico, Daniel Noboa, acostumbrado a exigir reverencias que pensó que no pasaría nada con invadir la embajada de México.

Y la actuación del presidente de Ecuador no tiene nada que ver qué sea de derecha, porque no es un planteamiento político, es la conducta de los que pertenecen a una clase social de super ricos que se creen dueños del país y del mundo, que consideran que el gobierno está para servirles a ellos y no importan los ciudadanos.

El hecho que no les importe la ciudadanía es un síntoma que tienen los de derecha como Miley presidente de Argentina o el empresario mexicano Salinas Pliego y hasta el hijo de Xóchilt Gálvez, candidata del PRIAN-PRD a la presidencia de México. Creen que tienen el derecho de utilizar al gobierno para sobajar, ofender al pueblo y para enriquecerse más.

México es hoy amenazado no solo por el derechista presidente de Ecuador sino por la derecha nacional e internacional para adueñarse de la riqueza que tiene.

Por eso es importante exigir justicia y respetar la ley pero sobre todo defender a México.