86 aniversario de Pemex: lo bueno, lo malo y lo feo
Me da risa el periodismo en México.
Señalan que el presidente ha polarizado a la sociedad, que ha creado 2 frentes, los buenos que están con el PRIAN que defienden la democracia y la libertad y los malos que están con el presidente y la 4T.
Así se la gastan creando confusión y diciendo verdades a medias con supuestos análisis a medias, el objetivo es mentir hasta que sea una verdad absoluta. Y Pemex no se salva de críticas ocurrentes, falsas y sin lógica.
La crítica señala a Pemex como un mal que surgiera en este sexenio, como siempre no tienen memoria, sólo cuentan su verdad y sus datos carentes de realismo y veracidad.
Empecemos con la crítica negativa.
Lo malo: es ineficiente y tiene una gran deuda de más de 100 mil millones de dólares, pero omiten que la deuda se adquirió en los gobiernos anteriores con gran corrupción. No olvidemos el Pemex-gate, el huachicoleo con información precisa de salida de petróleo y gasolina sin registros.
En fin, mucha corrupción: Y si le agregamos que era la caja chica del presidente en turno.
Deberíamos entender que la causa del endeudamiento de Pemex fue la corrupción y la pésima administración.
Lo feo: poca productividad con altos costos de operación, lo mismo la corrupción de los gobiernos anteriores quienes metían en la nómina amigos, políticos y miembros activos de sus partidos. Engrosaron la planta laboral por estrategia política e incluso contratando a extranjeros desplazando a técnicos mexicanos con sueldos elevados que mermaron productividad y eficacia.
Por si lo anterior fuera poco, los costos de extracción son altos debido a la complicación en los trabajos de perforación sobre todo en la Sonda de Campeche, con un costo aproximado de 18 de dólares por barril, mientras que en países árabes está casi en la superficie y la extracción les cuesta alrededor de 8 dólares por barril.
Lo bueno: se ajustó la política de energía en este gobierno de AMLO disminuyendo el huachicoleo y la corrupción. S está dando mantenimiento a las refinerías y aumentando la capacidad de procesamiento; se compró una refinería en EU y se construyó una en Dos Bocas, Tabasco, con la finalidad de abastecer la demanda interna, también se disminuyó un poco la deuda y se reafirma su poder estratégico en el desarrollo del país.
A pesar de todo esto las críticas son de devastadoras, dicen que se debe apostar por energías limpias, que se deben vender o cerrar las refinerías. Puras pendejadas ilógicas.
Tan solo el hecho de que el 99% de los vehículos en México utilizan gasolina, es decir más de 25 millones de vehículos. Y para cambiar este parque vehicular llevará más de 20 años y dependeremos de gasolina todo este tiempo.
Cerrar las refinerías sería como darnos un tiro en la cabeza. No se trata de criticar por joder, si no de criticar con propuestas reales y efectivas, no criticar con fines electoreros, ocurrentes, por no decir estúpidas.
Soluciones en el corto plazo sí existen, pero nuestra clase política no sirve para realizar los cambios necesarios.
Hoy pésele a quien le pese, México va en el sentido correcto en materia de energía.