Hoy México se radicalizó profundamente entre los neoliberales y una izquierda más humanista que socialista.
Hoy los empresarios y los políticos emanados del PRI, PAN y PRD se funden ideológicamente en la defensa de los intereses de una minoría empresarial representada por Claudio X Gonzales, minoría que representa la mayor concentración de riqueza del país, que se ha visto afectada por una política económica más equitativa y humanista con casi nulos tintes socialistas.
Se acabó la política de condonación de impuestos, de regalar dinero a empresarios con apoyos financieros a proyectos injustificados socialmente; se terminó con regalar franquicias y concesiones a empresarios amigos de los expresidente y políticos y todo aquello que los beneficiaba con dinero público.
La reacción no se ha hecho esperar con acusaciones de dictador al presidente, inepto, descalificaciones y señalamiento como el de crisis económica con devaluaciones e inflación, así como igualarnos con Venezuela y Cuba.
Ppronosticaban un dólar de 30 pesos y para terminar que el gobierno es inoperante y corrupto; en fin un panorama desastroso fatal, esa es la estrategia neoliberal como bandera política para regresar a sus privilegios. Y claro era lógico para el 2024 su candidata a la presidencia tenía que ser alguien del pueblo. Una historia de cuento de hadas, como el del príncipe y la bella princesa (Peña Nieto y la gaviota) ahora versión Maria la del barrio pobre y discriminada luchadora que salió de lo más bajo y llega a una posición importante. Pero omiten lo corrupta, deshonesta y las trampas que ha hecho y solo se justifica con «la cagué». Lenguaje pintoresco y ella sabe tus problemas y si experiencia le va a permitir ayudarte, qué bonito, qué tierno, pero que falso y sobre todo que criminal pretender empobrecer a los mexicanos.
Si bien Claudia Sheimbaum no es la minita de oro sí representa un proyecto real que permite un gobierno más honesto a pesar de que falta mucho para terminar con la corrupción, así como realizar una distribución del ingreso más equitativo, pero sobre todo alternativa de desarrollo. Y no es socialismo es un capitalismo más humano, más administrado. Sólo falta dar repuesta y lucha al narco estado en el que estamos sumergidos y no por beneplácito del presidente si no por la estructura que se formó durante varios sexenios anteriores y que AMLO no ha tenido la fuerza política ni la desición personal de cortar esta situación.
Hoy nos encontramos frente a dos proyectos: el liberal que representa los gobiernos anteriores o el capitalista humanista que permitiría cambios importantes para el desarrollo con mayor calidad de vida para todos los mexicanos.