Jornada de 40 horas:
Compromiso de campaña o demagogia política.
Prometer no empobrece y más cuando no tiene repercusiones personales, cualquier político puede prometer las perlas de la vida y no cumplir y no pasa nada.
Total, con un discurso político se borra todo y aquí en México con menos que eso se olvida. Han saqueado a los mexicanos, nos han endeudado, todas las campañas políticas son de promesas y hasta compromisos diabólicos con sangre (Peña Nieto y la ing. Gelatina) y no pasa nada.
Hoy la reducción de la jornada laboral a 40 horas, siendo 8 horas diarias sólo de lunes a viernes, no tiene ningún sustento de estudio económico, es como una copia barata de los países desarrollados que en efecto tienen muchas ventajas laborales en comparación a los mexicanos. Trabajan menos, servicio de comedor, vacaciones mejor pagadas, apoyos familiares.
En cambio en México ni el salario mínimo es suficiente para vivir dignamente, a pesar que los aumentos en este sexenio se duplicaron sigue habiendo más de 60 millones de mexicanos en pobreza y más del 50 % de la economía es informal, lo que se explica por la falta de conocimientos empresariales, pero más por la falta de capital para desarrollar. Su negocio apuradamente les permite sobrevivir y pagar empleados con salarios en la línea de los mínimos y en algunos casos por abajo de ellos.
Por eso este tema de bajar la jornada laboral si traería problemas serios a los pequeños empresarios y a los que están en la informalidad, que representan al rededor del 70% de negocios de la actividad económica.
Si bien el incremento en los salarios mínimos y los apoyos sociales evitaron una crisis económica en la pandemia lo cierto es que todo tiene un límite.
Basta ver en la mayoría de las ciudades que están muchos locales vacíos porque no existe una rentabilidad que los mantenga operando y en algunos estados esto se agrava por políticas económicas de desarrollo deficientes o por la corrupción y en otros casos por el derecho de piso del narcotráfico. Esto claro que afecta sustancialmente la actividad económica.
Hoy muchos negocios sobreviven con la esperanza de que mejore la situación económica, que exista mayor circulación de efectivo. Por eso una reducción de la jornada laboral llevaría a una crisis económica fuerte.
Hay que hay que entender que los trabajadores prefieren un mejor ingreso que dejar de trabajar y esto requiere desarrollar la estructura económica, más empresarios y mayor seguridad social con un freno tajante al narcotráfico.
Hoy México está en la mejor plataforma económica para despegar al desarrollo, sólo falta una política más agresiva con un verdadero estado rector de la economía el cual no se ve en ningún proyecto político de los partidos y menos en nuestra mediocre clase política.