Ya lo señalaba el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, si queremos cambiar a un país con los políticos de siempre no podemos esperar mayores cambios sobre todo si son deshonestos, corruptos y oportunistas.
Si se quieren cambios necesitamos profesionales, con experiencia, honestos y comprometidos.
Hoy en nuestro país la mayoría de diputados de Morena quieren repetir.
Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard no se suman a la campaña de Claudia Sheinbaum porque no les han dado las diputaciones para su gente.
Y dónde quedan los espacios para la militancia, la que lucha en las elecciones y el día a día con el pueblo.
Hay 11,500 inscritos para las diputaciones federales. ¿Quiénes serán los elegidos? ¿Serán los más conocidos, los negociados o los de la clase política de morena?
¿O, por qué no los prianistas incrustados en Morena?
Lo cierto es que les ha dado resultado eliminar los comités y subcomités municipales para evitar presiones de la militancia por cargos públicos y solo formarlos para las campañas electorales. Así se eliminan compromisos y estructuras que puedan mover a la clase política.
Pero lo peor es que no hay unidad en la militancia; todos pretenden negociar sin nada y eso obtendrán. Y lo peor que no aceptan los errores ni las críticas.
Hoy la izquierda en el mundo adolece de un verdadero proyecto de desarrollo y sólo en México se implementa un proyecto de izquierda más inclinado al humanismo y con el propósito solo de disminuir las desigualdades profundas en la distribución del ingreso, aprovechando los recursos que se tienen, turísticos, geográficos y de ubicación mundial. Pero esto ha representado un gran esfuerzo por parte de nuestro presidente.
Hoy Argentina retrocede ante la poca habilidad de su presidente para manejar su economía. Ganó la derecha y pagarán con creces sus errores.
En México hoy Morena está fuerte con un presidente fuerte, pero con una estructura de partido de andamios débiles. Es necesario un partido fuerte con una verdadera estructura permanente de comités municipales generadores de políticos capaces y honestos para continuar en favor del pueblo.
Hoy sólo falta la unidad de la militancia a favor del pueblo y no de los intereses de su clase política.