Análisis Político

Morena, la decepción de una 4T.

Todo parece indicar que a partir de este proceso electoral comenzará un declive en la confianza política hacia Morena. Esto no quiere decir una caída libre, pero si constante a partir de los pobres resultados económicos y de su doble discurso.

Justo cuando tendrá el control del poder con la reforma al Poder Judicial y los resultados en el proceso electoral de jueces y magistrados, la credibilidad de Morena empezará a ceder, prueba de ello serán los resultados del proceso municipal en Durango y Veracruz.

Los resultados del próximo domingo no serán avasalladores, Morena ganará tal vez en el 60% de los municipios, pero por poca diferencia en la mayoría de ellos.

Ya no podrá señalarse a la oposición como traidores a la patria ni corruptos de la manera tan enérgica porque la mayoría estará ya dentro de Morena y del gobierno. Ya

  no podrán acusar de rapiñas y narco políticos porque ya están actuando desde el interior de Morena.

Lo vemos con Cuitláhuac, exgobernador de Veracruz, de cuyo gobierno ya empezaron a salir los fraudes y daño patrimonial, falta Morelos con Cuauhtémoc Blanco, también ya comenzaron a vincular a Rocha Moya, en Sinaloa, con el narcotráfico y a la gobernadora de Baja California, con guachicoleo.

Es mucha la ropa sucia en Morena que tendrá que salir al sol. La presión de EU y el trabajo obligado de García Harfuch darán mucho de que hablar.

Peroooooo, será la misma actitud de familias y clanes dentro de Morena que empezarán también a fragmentar a su partido al no poderse reelegir o imponer la sucesión familiar en los siguientes procesos electorales.

Así lo han manifestado, Saúl Monreal en Zacatecas quien quiere ser el tercer Monreal al hilo en la gobernaturas, Salgado Macedonio en Guerrero sucediendo a su hija, e incluso Andrea Chávez tratando de ser impuesta por Adán Augusto en la candidatura al gobierno de Chihuahua.

Son muchos los problemas que habrá de enfrentar Morena en su interior, sin dejar a un lado la incapacidad de Luisa María Alcalde para dirigir a su partido por falta de credibilidad ante un doble discurso, y un Andy López que busca militantes debajo de las piedras, sin darse cuenta de que aumentará la presión de la militancia ante tanta incongruencia de la dirigencia.

Hoy las dirigencias de Morena terminarán como pescados cayendo por su propia boca.