El discurso nacionalista de Claudia Sheinbaum como sistema de control político ante Trump.
Todo un espectáculo que es evidente ante un fuerte apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum con un 85 % de aceptación de los mexicanos. No hay duda de su capacidad y liderazgo a pesar de mostrar un carácter liviano, pero claro y definido.
Perooooo, en los hechos tiene miedo a Trump y a sus políticas locas, aventuradas e irracionales.
Tiene miedo a sus políticas del mazo. No ha cansado de presentarle análisis y tendencias de los impactos de una guerra de aranceles, le cumplió la exigencia de mandar 10 mil efectivos a cuidar la frontera norteamericana, de cerrar el paso a la migración, de entregar a narcotraficantes detenidos.
En pocas palabras, ha cumplido lo que ha pedido su emperador Donald Trump por un lado y por el otro manejado.
El de ayer fue un discurso a los mexicanos de “no pasa nada, somos un país fuerte estable bueno y generoso, somos guerreros y defendernos la soberanía de México, tenemos un país inigualable y una gente trabajadora”.
Sólo le faltó decir que “tenemos 60 millones de pobres y el problemita del narcotráfico… pero que estamos en eso.
El llamado de nuestra presidenta a “una asamblea informativa” tiene solo el único sentido de demostrar fuerza y poder de un pueblo unido, pero no existió ningún pronunciamiento directo contra su emperador ni a sus pretensiones económicas ni políticas, solo se puso los guantes ante sus aficionados.
En la realidad este es el juego del gato emperador y el ratón; hoy volvieron a posponer los aranceles, Claudia ganó una estrellita, pero en el fondo todo sigue igual, México sigue subordinado a EU y dependiendo de los caprichos de Trump.
No hay una política clara y contundente de Claudia Sheinbaum ni una definición de entrar a los Brics, al acuerdo comercial con Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Tampoco hay una definición clara sobre los sectores a desarrollar.
Hoy tenemos una presidente nacionalista y firme, pero con dudas y una oposición vende patrias y oportunista.
Sólo falta valentía, coraje y determinación para vencer la corrupción y el narcotráfico.
Solo falta un verdadero proyecto de desarrollo económico agresivo y con fuerte apoyo del gobierno en la inversión pública, porque en la realidad estamos atorados con un miserable PIB del 2% teniendo un pueblo de 60 millones pobres y una gran corrupción que amenaza regresar al sistema del PRI en Morena.
