Morena de mis amores, Morena de las traiciones.
Como diría mi abuela: ¿dónde quedó la bolita? ¿dónde quedó la militancia de izquierda en morena?
Como siempre, puro atole con el dedo.
La semana pasada vino Andy, el hijo de AMLO, al estado de Veracruz para refrendar la propiedad familiar del partido Morena y para “dar línea” a la gobernadora Rocío Nahle en la selección de candidatos a las alcaldías y con ello dejar en el artículo sexto (de la basura) a la militancia.
Y todo porque los verdaderos militantes (fundadores) “ganan elecciones”, y sólo haciendo el papel de servidumbre, de ciervos porque tienen un amo y se llama AMLO, el dueño del partido.
Al parecer, aunque pocos están participando con los precandidatos, esa servidumbre morenista están esperando una migaja política en los próximos gobiernos municipales, y tal vez ni siquiera eso les den.
Este proceso está resultando ser circo, maroma y teatro, ya que el supuesto acuerdo de Adán Augusto con los Yunes incluye la alcaldía de Veracruz con el PT. Así que como diría mi apá “ya ni llorar es bueno”.
Una vez más la militancia de Morena quedará chupándose los dedos, le dieron todo a los Yunes hasta la 4T.
Pobre militancia, de tontos y gatos no los bajan. Solo representan la izquierda de referencia no de política.
Con ese tipo de acciones hoy Morena está en la cima a punto de empezar su declive, sin que nada lo detenga ante una militancia arrodillada al poder.