Pocas horas para que el tío lucas tome posesión en la Casa Blanca.
Todo está listo para que la realidad supere la ficción.
Trump llega con la amenaza de aplicar aranceles del 25 % al 35 % a México, Canadá, países europeos y a China hasta del 100%.
En pocas palabras, Trump cierra la economía de Estados Unidos al mercado internacional.
Y no es broma, economía norteamericana ha dejado de ser competitiva y Trump intenta protegerla y reducir su déficit comercial y fiscal.
Lejos de fortalecer su economía a corto plazo tendrá un efecto inflacionario ya que al poner un arancel este aumentará el precio del producto beneficiando solo al gobierno de EU con mayores ingresos, disminuyendo el déficit presupuestal, pero afectando a los consumidores.
Por otro lado, las amenazas de intervención armada a Panamá por el canal intercontinental, así como anexar a Canadá y Groenlandia a EU creará una crisis política mayor que la de Rusia y Ucrania. Ni que decir de la pretensión de adueñarse del Golfo de México empezando por cambiarle el nombre, así como intervenir en México clasificando a los narcotraficantes con narco terroristas.
Como diría el abuelo, esta salsa salió muy picosa. Siento el discurso de Trump muy amenazante, es para medir el agua a los camotes.
En la práctica, actuará de acuerdo con la reacción de cada país y si provocará demasiada especulación con caída en los mercados financieros internacionales, así que es mejor hacer un frente a ir solos en defensa de la soberanía, porque con palos y palas, no. Le hacemos mella a los cañones y cohetes de precisión.
Si bien nuestra presidenta saco el plan México para avanzar en la 4T y se reunió con gobernadores y alcaldes, es solo un proyecto de desarrollo de buenas intenciones de mediano plazo, ya que en el corto plazo nos va a desbordar Trump, principalmente con la deportación masiva de inmigrantes.
Así que aprovechen este fin de semana a descansar, porque para el lunes hierve el agua.