*Campañas políticas basadas en demostrar quién tiene la ropa más sucia.
Hoy Veracruz sigue entre la espada y la pared.
Salimos de 2 gobiernos asquerosamente dañinos para Veracruz, priístas por cierto, el de Fidel Herrera con el narcotráfico en las calles abiertamente y el de Javier Duarte con la corrupción extrema donde los niños con cáncer sus terapias consistían en inyectarles agua.
Irónico pero cierto, y a pesar de la inconformidad, reclamos y pequeñas protestas, la justicia entre comillas le llegó a Duarte, pero parte importante de la riqueza robada se fue con su esposa a Inglaterra.
Justicia a medias y aunque los veracruzanos soñamos y pensamos que con el PAN todo iba a cambiar y no fue así.
Que iba a bajar la corrupción y no fue así, solo cambió de manos. Y para acabarla de fregar nos llegó la 4t con el Cui y todo el apoyo de AMLO y nos quedaron tan mal que Veracruz anda muy mal, tan mal que ya se hizo concierto las rechiflas al gobernador y hasta en presencia del presidente.
No hay nota periodista donde no nos enteramos de lo mal que estamos y de las campañas para gobernador que parecen más lavaderos de vecindad, donde tratan de demostrar quién es el peor y lo peor que puede pasar a los veracruzanos.
Y para prueba, basta un botón:
Hoy aparece una nota de la periodista Claudia Guerrero donde manifiesta que la candidata Rocío Nahle, precandidata de Morena al gobierno del estado, trae un convoy de camionetas lujosas Suburban la mayoría de éstas supuestamente que fueron prestadas por personas ligadas al narcotráfico, incluso una camioneta blindada y algunas de ellas con adeudos en SEFIPLAN. Y esto nos pone a pensar tanto por quién votar como hacia dónde vamos.
Suponiendo que ganará Yunes Zorrilla la gubernatura no nos garantiza nada. A pesar de ser veracruzano se ve tan tibio como cuando llegó Cuitláhuac, me atrevería a decir que si se rodea de bandoleros le comen el mandado.
Si llega Rocío Nahle y de ser cierto los señalamientos difundidos seguiríamos a merced de los corruptos y la mala seguridad y la imagen de zacatecana-jarocha salvadora se acabaría, lo que para Morena sería un gran fracaso.
Hoy es tiempo de verdadera transformación en Veracruz, de hablar con la verdad, sin prepotencia y arrogancia.
Rocío Nahle tendrá que deslindarse y sumar a la militancia que se ha visto desplazada por los políticos de siempre y demostrar con propuestas que tiene la capacidad de cambiar la situación del estado.
Nahle hoy se ve muy segura del triunfo por el arrastre del presidente, pero en política nada está escrito.
Y hoy Morena en Veracruz está construyendo su propia tumba.
Aunque usted no lo crea.