Los partidos políticos y su militancia divorciados y alejados de México
Parece que vamos de mal en peor.
El PRI sigue su misma tónica, todo el poder en Alito Moreno, rodeado de corrupción y esperemos que se aplique el desafuero y sea juzgado por daño patrimonial.
El PAN con el mismo grupo político ahora con Jorge Romero en la dirigencia nacional, líder del cartel inmobiliario, y su militancia agachona no votó. Dato curioso, son demócratas y el 60 % no sufragó, qué barbaridad está para ripley, no son capaces de tener un proyecto claro de desarrollo y mucho menos de partido, está en estado de coma.
Movimiento Ciudadano, aunque avanzó su participación en las elecciones pasadas, tiene cuentas pendientes en Jalisco con su gobernador Alfaro por presunta corrupción y endeudamiento, así como por narcotráfico, no tarda en caerle la voladora.
Su crecimiento es solo un destello ante la incompetencia del PRIAN. Y ni qué decir de Morena que si bien, para sorpresa de muchos, logro la supremacía legislativa y se convirtió en todo poderoso, hoy no sale de su mediocre crecimiento económico que se estima en el gobierno de Sheinbaum, sea de sólo 2.5%.
Aunque es importante reconocer que existen esfuerzos por concretizar cambios en la estructura de comunicaciones en el sistema ferroviario de pasaje, en puertos, para atraer la inversión extranjera, perooooo no toman en serio el muro político y comercial de Trump.
En cuanto a su militancia, esta sigue como rebaño de la 4T con el objetivo de alcanzar 10 millones de borregos para asegurar la continuidad del gobierno morenista, para eso AMLO impuso a su hijo Andy.
Por cierto, López Beltrán, ya sacó las garras. Aseguran que será quien palomee las candidaturas con derecho de las principales alcaldías del estado de Veracruz.
Es decir, antes le tomaban el pelo a la militancia con las encuestas, ahora así de simple se impondrán candidatos, siguiendo la misma ruta del PRIAN.
Pero aguas con insistir discriminando y despreciando a su militancia, les puede salir el tiro por la culata.
Hoy en Morena existe una decepción interna y la falta de entrega de cuentas, económicos del partido puede ser un punto de declive, lo único que falta es que la militancia se una y la fiesta comience. Es lo malo de la soberbia, no entiende de historia ni comprende la realidad.
Son tiempo de las militancias, que despierten, que luchen por un proyecto de nación desarrollada y mejores condiciones de vida para todos.
Hoy la ciudadanía no tiene la fuerza política que son los partidos para llegar al poder, y los partidos solo tienen un interés, su cúpula, su grupo y su clase.