Consiguió ganar la confianza del Congreso de los Diputados con 179 votos, tres más de los 176 con los que se consigue mayoría absoluta, gracias a seis pactos de investidura y de gobierno de coalición con Sumar (donde está Podemos), al que se suman Junts del expresidente catalán Carles Puigdemont.
MADRID (apro).-Pedro Sánchez ha sido investido presidente de España al conseguir la confianza de la mayoría del Congreso de los Diputados, con 179 votos a favor y 171 en contra, con el reto de sacar adelante la amnistía para los implicados en el fallido procés de la independencia catalana.
Cuatro meses después de las elecciones del 23 de julio, donde tenía las encuestas en contra, el secretario general socialista arranca su tercer mandato con más apoyos parlamentarios que hace cuatro años –12 votos más—, y con una derecha revuelta y enfadada por no haber conseguido gobernar y que endurece su discurso tanto en el parlamento y alentando protestas en las calles, donde los más radicales de ultraderecha han chocado con los policías antidisturbios.
Por ello, en un breve discurso de cierre de la sesión de investidura antes de la votación, pedro Sánchez le dedicó para cerrar filas en el PSOE e insistir que el gobierno es absolutamente “legítimo” –contrario al discurso opositor—, y ha reconocido el apoyo de los suyos en momentos difíciles, por los ataques que están sufriendo las sedes socialistas y algunos en lo personal por parte de los ultras. “Se lo difícil que es aguantar la presión”, “no lo voy a olvidar”, dijo, y resaltó la “templanza” de los socialistas frente a las presiones de la ultraderecha, “sé lo duro que está siendo”, empatizó con ellos.
Sánchez consiguió ganar la confianza del Congreso de los Diputados con 179 votos, tres más de los 176 con los que se consigue mayoría absoluta, gracias a seis pactos de investidura y de gobierno de coalición con Sumar (donde está Podemos), al que se suman Junts del expresidente catalán Carles Puigdemont; Partido Nacionalista Vasco (PNV), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Coalición Canaria (CC). Se prevé que será una legislatura de muchos retos incluso con el bloque gobernante.
La derecha del Partido Popular (PP), la ultraderecha de Vox y Unión del Pueblo Navarro (UPN) votaron en contra, con 171 votos, uno menos que en la fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, porque Coalición Canaria cambió su voto a favor de Sánchez, luego de alcanzar una negociación política que beneficia a las islas Canarias.
Tras las elecciones comunitarias y municipales del 28 de mayo, los partidos de la derecha consiguieron un fuerte avance, eran las primeras de Alberto Núñez Feijóo al frente del PP. El revés para los partidos de la coalición progresista, en especial para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue muy duro.
Pedro Sánchez sorprendió a toda la clase política, porque de inmediato convocó a unas nuevas elecciones, para el 23 de julio, “para que los españoles decidan el futuro de España”, decía.
Y aunque las encuestas daban por ganador a Núñez Feijóo y que Sánchez saldría vapuleado, el dirigente del PP ganó en votos, pero no consiguió la mayoría de escaños, se quedó en 172, a cuatro de la mayoría absoluta, con lo cual no pudo gobernar.
Entonces, Sánchez fue nombrado candidato a la presidencia por el rey Felipe, y entró en con el bloque de partidos que le apoyan no fue fácil, porque al menos cuatro se enfrentan a elecciones comunitarias el próximo año, y en sus exigencias ante el candidato a la investidura, elevaban sus demandas.
El punto central de la investidura es la negociación de la ley de amnistía, que beneficiará a unas 400 personas que enfrentan delitos relacionados con el procés independentista, que fue el referéndum de independencia de Cataluña, del 1 de octubre de 2017.
El gobierno de Mariano Rajoy optó por la vía judicial y aparcó la via de la negociación política, pero con los indultos otorgados en la legislatura pasada y con la amnistía, que de aprobarse y entrar en vigor en próximos meses, se dará un paso de gigante en mejorar la convivencia entre Cataluña y España, que venía siendo muy tensa incluso desde antes de 2017 y sobre todo después.
Sobre todo por el regreso pleno a la negociación en las instituciones de los partidos independentistas, ERC lo hizo en la pasada legislatura, y Junts se suma plenamente en esta nueva legislatura, escenario inimaginable hace cuatro años.
Agresiones a diputados
El portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, pidió al PP y a Vox –que acusó de “golpista” a Sánchez— pidió a la derecha que “no sigan alimentando a la bestia porque acabará devorándolos”, en alusión a alimentar el odio en las calles.
Lo hacía en referencia a que un grupo de diputados que desayunaban antes de la sesión en una cafetería cercana al Congreso, que fueron agredidos por ultras.
El diputado socialista por Teruel, Herminio Sancho, María Luisa García Gurruchaga, Daniel Senderos y Vicent Sarrià, fueron insultados por un grupo de exaltados que primero les tomaron fotos y luego les insultaron de “cerdos”, “traidores” y varias amenazas de muerte. Después les lanzaron huevos, que le dieron al diputado Sancho. La policía que cuidaba las inmediaciones del Congreso ha intervenido para proteger a los legisladores e identificó a los agresores. El PSOE dio a conocer que interpondrá una denuncia.
Antes de iniciarse la votación en el Congreso, el Partido Popular emprendió una campaña contra los diputados del PSOE en X (antes Twitter) con la etiqueta #TodoPorLaSilla, con los nombres y fotografías de cada legislador socialista y con el mensaje: “Hoy entrega sus principios y vota sí a la investidura de Pedro Sánchez a cambio de la amnistía”.
(proceso)