En los Estudios Churubusco la aspirante opositora salió con la espada desenvainada y llamó “la candidata de las mentiras” a su adversaria oficialista, quien contraatacó con calificativos de “corrupta” y reiteró el apodo de “la candidata del PRIAN”.
CIUDAD DE MÉXICO (proceso.com.mx).- Con calificativos rudos entre las dos candidatas punteras, nuevos ataques de presunta corrupción y hasta personales; así como un poco más de tiempo aprovechado para hablar de sus propuestas de gobierno, se realizó el segundo debate presidencial entre Jorge Álvarez Máynez de MC, Xóchitl Gálvez Ruiz del PAN-PRI-PRD, y Claudia Sheinbaum Pardo de Morena, PT-PVEM.
La exsenadora salió con la espada deseinvainada desde el inicio cuando anunció que llamaría a la exjefa de gobierno de la Ciudad de México “la candidata de las mentiras”; y de ahí, se siguió de filo al calificarla como “la candidata del combustóleo”, “mentirosa serial” y “narcocandidata”, en seguimiento al hastag que, desde hace varias semanas, surgió lo mismo contra ella que contra el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador.
La morenista no se quedó atrás y ante la insistencia de los descalificativos, la llamó “corrupta” varias veces y le reiteró el mote de “la candidata del PRIAN”, como la menciona en sus mitines. Y ya a su salida del debate, cuestionada por la prensa, lanzó con ironía: “Se puede bajar más en las encuestas cuando se pierde la dignidad”.
Como en el primer debate, el emecista lamentó el nivel de debate que traían las dos aspirantes, aunque de vez en cuando lanzó ataques a Gálvez y mensajes de coincidencia y “coqueteo político” con la oficialista.
En sus ataques a Sheinbaum, Gálvez retomó del primer debate los casos de la Línea 12 del Metro y del Colegio Rébsamen, pero se sacó otro as de la manga -copiado del candidato a la Jefatura de Gobierno de su alianza, Santiago Taboada en el debate de la semana pasada-, al mostrar un recipiente con agua que, dijo, era de Iztapalapa y tenía heces fecales y orines. Luego, invitó “a la científica” a “echarse un traguito”.
También le recordó la supuesta vinculación de su familia con la investigación de los Panama Papers y le lanzó otro dardo al acusarla de tener una empresa operada con presuntas irregularidades. Tanta era la insistencia para que contestara que hasta le ofreció “regalarle” de su tiempo” en el reloj.
Parca, Sheinbaum no se enganchó, le dijo que lo de los primeros casos ya estaba discutido y resuelto; ignoró lo del agua y aclaró que lo de la empresa “tenía 30 trabajadores y era de su padre, “y mi papá ya falleció”.
Otro anzuelo ya en materia personal que lanzó la exjefa delegacional en Miguel Hidalgo a su homóloga en Tlalpan, fue cuando le recordó el caso de su exesposo Carlos Imaz, sorprendido en el intercambio de dinero con el empresario argentino Carlos Ahumada. “Esta foto es tu marido robando dinero, este sí es un delito”, le dijo. Sheinbaum le respondió tajante: “ese tema pasó hace muchisísimo tiempo y ya quedó aclarado”.
La morenista evadía los ataques viendo a la cámara con rostro de sorpresa, moviendo la cabeza en negativa y los brazos como preguntando “¿Qué es esto?”, pero cuando su contrincante le preguntó, dos veces, como lo hizo en el debate pasado, si va a investigar los presuntos actos ilegales de los hijos del presidente López Obrador en torno a la construcción del Tren Maya, repitió su respuesta: “que ponga su denuncia”. Como en el debate pasado, Sheinbaum no defendió a los hijos del presidente.
En cambio, acusó varias veces a Gálvez por presuntos actos de corrupción y de omisión cuando fue comisionada de los pueblos indígenas; la señaló de tener contratos millonarios con la Comisión Nacional del Agua, pero hubo un señalamiento que destacó: que presuntamente no hizo nada cuando fue reprimido el pueblo de San Mateo Atenco cuando protestaba contra la construcción del aeropuerto en Texcoco.
“Ella habla de que cuidó a los pueblos indígenas, pero en la peor represión del pueblo indígena de San Mateo Atenco, la represión con Fox y Peña Nieto, nunca habló, fue complice”, acusó.
Aprovechó también para señalarla por su presunta relación con la construcción de una plaza comercial irregular en la alcaldía Miguel Hidalgo, en la CDMX, y su vínculo con el candidato Santiago Taboada y lo que llamó “la PRIANdilla inmobiliaria”.
Defiende propuestas y a AMLO
Entre ataque y defensa de una y otra candidata, Claudia Sheinbaum se mostró más enfocada en evadir ataques y destacar el trabajo logrado en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador y en la suya en la CDMX.
El segmento donde se habló del combate a la pobreza fue su favorito.
“No son palabras ni mentiras, son hechos”, defendió con cifras y con promesas de ampliar los programas sociales.
Gálvez reviró: “que no te engañen, no voy a quitar los programas sociales, eso es una mentira… A diferencia de la candidata de las metiras, a mi ningún hombre me da instrucciones. ¡Yo digo que no se quitan y no se quitan!”.
De paso, lanzó una propuesta que llamó la atención: que no pagarán impuestos las personas que ganen menos de 15 mil pesos.
Una de las novedades de este debate fueron las preguntas grabadas de ciudadanos de diversas entidades del país, pero en el pleito de dimes y diretes de las candidatas, las respuestas quedaron en segundo plano en varias ocasiones. En otras, los tres candidatos les agradecieron el interés y trataron de responderles.
De los moderadores, destacó el papel de Adriana López Cañedo que lanzó preguntas a los tres candidatos y pidió en dos ocasiones a Xóchitl Gálvez que guardara orden y no sacara carteles si no tenía el turno para hablar.
Entre lo que destacó de Álvarez Máynez fue la acusación contra los morenistas Mario Delgado y Rocío Nahle por incumplir promesas. También comparó las 18 iniciativas legales que él presentó cuando fue legislador contra las tres de Gálvez y, de paso, hizo un reconocimiento a Marcelina Bautista, promotora de la iniciativa legal para que las trabajadoras del hogar tengan seguridad social.
Tanto Álvarez Máynez como Gálvez Ruiz destacaron el papel de Carlos Urzúa, quien fue el primer secretario de Hacienda del gobierno de López Obrador y luego parte del equipo de la aliancista hasta antes de su recién fallecimiento.
El emecista destacó por su defensa a las acciones en los gobiernos de Nuevo León y Jalisco, ambos gobernados por MC, así como por su mensaje final en el que leyó los deseos de su hijo de ocho años para un México mejor plasmados en la contraportada de su libro, al que, de paso, le hizo promoción gratuita.
Al calor del debate, los presidenciales metieron en la discusión a sus homólogos para la Jefatura de Gobierno; el panista Santiago Taboada, la morenista Clara Brugada y el emecista Salomón Chertorisvki. Los tres dijeron que éstos ganarán las elecciones en la ciudad.
Como era de esperarse, al salir del Foro 2 de los Estudios Churubusco y arropados por sus respectivos equipos de campaña, los tres candidatos se declararon ganadores del debate y próximos ganadores presidencial de la elección del 2 de junio.