Gobernadores, exgobernadores y sectores desairan a Alito; se consuma la reforma para la reelección

Con la ausencia de los únicos mandatarios estatales que le quedan al tricolor, así como de veteranos militantes, Alejandro Moreno consiguió los cambios que le permitirán seguir como líder del PRI hasta 2032 y concentrar en él las principales decisiones sobre nombramientos y contratación de deuda.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La inconformidad de los veteranos militantes, los sectores y organizaciones priístas, e inclusive, la partida de la CTM de sus filas, no pudo evitar que este domingo Alejandro Moreno Cárdenas consiguiera una reforma estatutaria que le permitirá seguir al frente del PRI hasta 2032. Esto es, una serie de periodos consecutivos que sumarían 13 años.

Aun más. Dicha reforma, obtenida con una concurrencia famélica de representatividad, consiguió centralizar en el dirigente nacional, es decir, el propio Moreno Cárdenas, la decisión sobre cargos de relevancia en las bancadas legislativas, los órganos de partido, las dirigencias estatales y municipales, así como el manejo financiero, incluida la capacidad para contratar deuda.

Así, la XXIV Asamblea Nacional del mencionado partido endosó al senador electo Alejandro Moreno la carta factura del PRI, el partido fundado en 1929 por Plutarco Elías Calles, bajo las siglas del Nacional Revolucionario.

Pero lo hizo con la ausencia de los dos gobernadores que quedan surgidos de ese partido, el duranguense, Esteban Villegas, y el coahuilense, Manolo Jiménez Salinas.

A mano alzada y sin escrutinio

El acto se consumó en el Pepsi Center, donde unos 3 mil delegados aprobaron la reforma estatutaria a mano alzada y sin escrutinio formal. No obstante, en el recinto se dejaron oir los vítores al exgobernador de Campeche: “Alito”, “Alito”, “Alito”, quien por presunta unanimidad habría conquistado su proyecto.

También ausentes del acto, los liderazgos que en días pasados advirtieron sobre la inviabilidad de dicha reforma estatutaria, entre estos Dulce María Sauri, Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes y cientos de exgobernadores, legisladores y alcaldes y otros liderazgos, entre los que destaca la ruptura formal de la CTM, organización gremial que desde los años 40 fue cabeza del Sector Obrero partidario.

La realización de la Asamblea fue a puerta cerrada y sólo pudo seguirse en algunos aspectos por la transmisión del área de comunicación del PRI en sus redes sociales. Fue así como se pudo advertir que no hubo discusión ni uso de la voz para los delegados, a quienes se les presentó un documento general sin pormernorizar en cada reforma.

Al momento de la votación, Alejandro Moreno se retiró. La transmisión enfocó a los delegados votando a favor, y aunque en efecto, una mayoría se ve con la mano alzada, al momento del pronunciamiento en contra de la reforma, no hubo enfoque a las gradas.

Responde a críticos

Luego, Alejandro Moreno regresó en medio de los vítores por lo conseguido y dirigió un mensaje de unidad y futuro para la mencionada organización partidista, cuya esencia se resume en un tuit emitido esta misma tarde.

 “En el PRI no vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia y los vamos a convocar a que cumplan con su responsabilidad”.

La expresión es en realidad una advertencia genérica pues el discurso de Moreno Cárdenas se enfocó en definirse ante el gobierno de López Obrador y el que viene, de Claudia Sheinbaum, como un partido que defenderá a los mexicanos; también en convocar a la unidad y, finalmente, en dirigirse a los críticos internos:

“Todo el que quiso hablar en el partido, acudió a las Asambleas municipales, estatales y la nacional. ¡Quien no es del partido, quien no lo ama, no lo puede defender!”, dijo.

La definición de Moreno Cárdenas y su reforma estatutaria radica, además de concentrar poderes en lo que se supone será una dirigencia nacional extendida, en abrazar nuevas causas relacionadas con las mujeres, los jóvenes, la diversidad sexual y algunas políticas sociales, como una apuesta al resurgimiento de dicho partido.

“Ello fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el Pemexgate, hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial y eso le costó al PRI”.