El martes 5, el ministro admitió a trámite la acción de inconstitucionalidad promovida por legisladores de oposición contra la iniciativa presidencial para extinguir los fideicomisos del Poder Judicial; “también intervino en los vapeadores”, reprochó el presidente.
Proceso
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Está muy activo el ministro (Javier) Laynez”, criticó el presidente Andrés Manuel López Obrador luego de que frenó la extinción de 13 de los 14 fideicomisos del Poder Judicial; enseguida lo relacionó con otros casos en los que ha resuelto en contra de las iniciativas presidenciales: “está bateando arriba de 300”.
Recordó que “fue el que intervino en lo de Nuevo León, estuvo de guardia, intervino en esto de los fideicomisos para que no devuelvan el dinero los integrantes del Poder Judicial y también intervino ayer en los vapeadores, o sea que está bateando arriba de 300”.
El mandatario federal insistió en apuntar a la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña; le atribuyó que comunicó que los 15 mil millones de pesos de los fideicomisos se cancelarían para destinarlos a los damnificados por el huracán Otis en Coyuca y Acapulco, Guerrero, lo cual celebró; pero al mismo tiempo, dijo, se interpusieron amparos “por simulación” o “por presión”.
“Al mismo tiempo empecé a notar de que había inconformidad por lo que había decidido, y a los pocos días un amparo y luego otro y ahora ya un ministro deja sin efecto lo que había planteado la presidenta originalmente. Envío un oficio que está por escrito, incluso hasta los representantes del Congreso se sumaron y estaban de acuerdo. ¿Qué pasó? ¿Por qué cambiaron de parecer?”
Y dio las explicaciones que tiene: Piña consideró que destinar los recursos a los damnificados era lo correcto, además de que no les afectaba en salarios y prestaciones, y lo que sucedió después es que o simuló y solo lo anunció para “salir al paso”, es decir que a la par del comunicado permitiera los amparos, lo cual consideró sería un “doble discurso, la doble moral, la hipocresía”.
Y su segunda idea es que “fue sometida a fuertes presiones de los mandamás, porque una cosa son los cargos formales y otra cosa es el poder real. Antes en México hasta hace poco había quienes se sentían los dueños de México, porque eran los que mandaban en el Poder Legislativo, en el Poder Judicial, desde luego en Hacienda, en el Ejecutivo, eran los jefes”.
Lo que al final sucedió sorprendió al presidente porque “sí creí, bueno aquí hasta lo dije al día siguiente, felicité la decisión de la presidenta, pero luego empezaron con amparos y ahora terminan con Laynez ya descaradamente diciendo no”.