Marko Cortés, una semana de crisis

El estado donde el año pasado la coalición PRI-PAN-PRD, consiguió su único triunfo electoral –y el segundo de una gubernatura después de Durango en 2021— se convirtió en el escollo provocado por el propio dirigente blanquiazul.

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace una semana, el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés Mendoza, reveló un acuerdo secreto de coalición con el PRI, a fin de presionar por posiciones en Coahuila y, desde entonces enfrenta la más severa de las crisis que ha resistido en los más de cinco años transcurridos desde que asumió el cargo.

Todo inició el pasado martes 9 de enero, último día para el registro de coaliciones locales en Coahuila, entidad que además de la elección federal renueva presidentes municipales y que, para el caso, el dirigente panista presionaba para que el PRI cediera la candidatura al ayuntamiento de Torreón al panismo.

El estado donde el año pasado la coalición PRI-PAN-PRD, consiguió su único triunfo electoral –y el segundo de una gubernatura después de Durango en 2021— se convirtió en el escollo provocado por el propio Cortés que, al escalar su exigencia en la mesa de las negociaciones, reveló en X el acuerdo y dinamitó la coalición en la entidad.

Desde ese día, más allá de las críticas externas, incluida la del presidente Andrés Manuel López Obrador, Cortés Mendoza enfrenta las críticas internas tanto de figuras nacionales como de comités estatales.

Y es que, la primera de las rebeldías  ocurrió dentro del propio panismo coahuilense que se pronunció por ir en alianza para poder buscar la retención de ayuntamientos como el de Monclova y gozar de cierta competitividad en el resto de los municipios donde el PAN en solitario tuvo una debacle significativa desde 2021.

Al día siguiente, el 10 de enero, los panistas locales incluida la dirigencia –que si firmó el acuerdo de coalición pero no pudo concretarlo por la falta de ratificación de Cortés Mendoza—ratificaron su proximidad con el gobierno de Manolo Jiménez y lamentaron el rompimiento.

Al mismo tiempo, Xóchitl Gálvez, la precandidata presidencial de la coalición, recriminó el convenio de coalición revelado por Cortés Mendoza, polémico por incluir posiciones ajenas a le elección de 2023, tales como la entrega de notarías, e inclusive, cargos que en teoría no corresponden al Ejecutivo, presentadas con desaseo en la redacción, como fue el caso de “El instituto de Transparencia” o “ratificar al magistrado Bernardo”.

Desde entonces, las críticas internas a Marko Cortés arreciaron:

El exgobernador de Querétaro, Francisco Domínguez:

“Es vergonzoso, eso sí. Ayer vi de cerca al dizque líder de mi partido, Marko Cortés y qué bueno que no nos cruzamos, porque si le hubiera dicho al estilo de Xóchitl que es un pendejo. A ver, por Dios, pedir seis notarías ¿qué tiene seis o las iba a vender? Que lo diga”, expresó.

En la misma declaración insistió en la salida de Marko Cortés de la dirigencia.

Otros han sido menos explícitos pero han preferido mantenerse al margen del asunto, como en el caso de la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, optó por no involucrarse en la polémica evitando así dar su respaldo al dirigente nacional.

Los diferentes grupos del panismo, conflictuados con el grupo dominante en el comité nacional del PAN desde 2011, también aprovecharon la oportunidad para cuestionar al líder panista, inclusive, aquellos de presencia nacional que en tiempos recientes dejaron al PAN.

Por ejemplo, el expanista, calderonista, Javier Lozano; el exgobernador de Chihuahua, Javier Corral quien no hace mucho renunció al partido realizando una severa crítica a la dirigencia nacional.

A una semana de detonada la crisis, las críticas a Cortés Mednoza continúan en medio de un cierre de precampaña presidencial fijado por ley para este jueves 18.