Cuestionan obras públicas mal realizadas en la administración del alcalde de Coatzacoalcos

Por: Jeremías Trejo González.

Coatzacoalcos, Ver. – A una semana de su supuesta reapertura tras trabajos de rehabilitación, la calle Rodríguez Malpica, entre Morelos y Carranza, vuelve a presentar un grave problema: el retorno de las aguas negras. La situación ha generado indignación entre los ciudadanos, quienes cuestionan la calidad de las obras realizadas por los contratistas durante la administración del alcalde Amado Cruz Malpica.

La calle permaneció cerrada durante todo el mes de diciembre, para lo que se reportaron cuantiosas inversiones del erario público. Sin embargo, la «rehabilitación» parece haber sido superficial, ya que en la esquina de Rodríguez Malpica y Carranza, las aguas residuales fluyen libremente por la calle. Vecinos denuncian que el trabajo realizado es deficiente y que los costos reportados son excesivamente inflados.

Este incidente no es un caso aislado. La administración municipal ha sido criticada repetidamente por la pésima calidad de las obras públicas, dejando inconclusas reparaciones y generando baches en calles y avenidas. Estos agujeros, que a menudo permanecen sin reparación durante semanas o meses, se convierten en trampas para los automovilistas, especialmente durante la temporada de lluvias. El agua se filtra por debajo del pavimento, debilitando la estructura y provocando hundimientos.

Dos ejemplos recientes ilustran la gravedad del problema: un camión urbano se hundió el pasado lunes 13 de enero en la colonia Santa Isabel IV etapa, y una pipa de gas sufrió el mismo destino en septiembre de 2024 en la calle Morelos esquina con Hidalgo, ambos incidentes en zonas con deficiencias en el pavimento. En ambos casos, el ayuntamiento no ha respondido por los daños ocasionados a los vehículos.

La recurrencia de estos incidentes ha llevado a la ciudadanía a cuestionar la capacidad de gestión de la administración municipal. La percepción generalizada es que el ayuntamiento, ya sea por incapacidad o por negligencia, no cumple con su responsabilidad de mantener la infraestructura urbana en condiciones adecuadas, poniendo en riesgo la seguridad de los ciudadanos y sus vehículos. La pregunta que surge es:

¿Hasta cuándo se tolerará esta irresponsabilidad?