Comentan en pasillos del poder político de Veracruz que el “putazo” que acomodó el senador Manuel Huerta a todos aquellos «chapulines» que migraron al carro de la 4T para negociar y comprar candidaturas a presidentes municipales, cimbró y provocó estragos en el principal “recaudador” electoral morenista en la entidad y causó preocupación en Palacio de Gobierno.
Calificar de “tremendos delincuentes y arribistas” a uno que otro aspirante que sin pasar el filtro de la pureza partidista lograron inscribirse en el proceso interno, resultó demoledor para esos priístas, panistas y perredistas que ahora lucen puestos, locos de contento, el saco guinda de la 4T.
Sin mencionar su nombre pero con dedicación especial, Huerta se le fue a la yugular al exalcalde de Sayula de Alemán, Fredy Ayala, quien se anotó para la nominación por la alcaldía vecina de Acayucan, donde, de insistir en sus pretensiones, aseguran que será pulverizado en la encuesta por el otro aspirante, Marco Martínez Amador.
Nuestros informantes morenista nos dicen que Ayala quedó “noqueado” en el CEN después de ese “putazo” tan certero que le dejó caer el senador veracruzano.
Y no es para menos.
Afirma Huerta, cuestión de visitar cualquier “tiendita” de Sayula para enterarse de las actividades «extra edilicias» de Fredy en sus cuatro años de alcalde (2018-2021).
