El estado de Veracruz tiene desde el 1 de diciembre nueva titular del Poder Ejecutivo. Ni pareciera, la geografía estatal continúa bañada en sangre, como en tiempos del inútil que fue primero candidato gracias a la paridad de género y luego gobernador por el arrastre electoral de su creador.
En 70 días nada ha cambiado en la entidad veracruzana, Del Pánuco al Tonalá la inseguridad azota ciudades, pueblos, rancherías y congregaciones. Hoy en día hasta los responsables del orden y la seguridad se han convertido en verdugos de la ciudadanía.
Dentro de poco saldrán a festejar los primeros 100 días del nuevo gobierno. Y como siempre, en el renglón de seguridad pública, maquillarán cifras para ocultar la realidad que solo la sufre y la bebe el veracruzano de a pie.